Como ya sabemos, el mundo está en
continuo cambio y, desde hace un tiempo, todo se ha ido digitalizando. Estamos
en una época en la que ha cambiado la forma de ver y de hacer las cosas. Nos
encontramos, pues, en la era de la tecnología, mejor dicho, la era del 2.0.
Actualmente las redes sociales nos
sirven para abrirnos puertas, y tener perfiles profesionales y estar presente
en internet hace que nos sea más fácil darnos a conocer. Las empresas se han
dado cuenta de esto y están empezando a fijarse en cómo son sus trabajadores o
posibles trabajadores en la red. Ante esto, nosotros como buscadores de empleo,
debemos pensar antes en qué queremos que las empresas vean de nosotros. Usamos
las redes sociales, sobre todo, como un medio para interactuar con nuestros
amigos más que como buscador de empleo, aún así, la utilizamos para
documentarnos, buscar empresas, páginas de interés, etc. por lo que tendemos a
mezclar nuestra vida privada con la vida profesional sin mirar las posibles
consecuencias o si eso puede ser bueno o malo.
En mi caso, soy de las personas
que caen en el error de mezclar vida personal con profesional, aún así, me
esfuerzo por separarlo. Para esto, poseo cuenta profesional en LinkedIn, considero que esta red social es una
herramienta muy importante e imprescindible para todo profesional, sobre todo
en el terreno de la comunicación. Quizá la cuenta no esté muy completa, pero
con el tiempo iré mejorándola ya que me resultará muy beneficiosa.
En definitiva, si las redes
sociales tienen ahora una gran importancia, más adelante ya serán vitales a la
hora de encontrar trabajo. El problema de esto es que se perderá la esencia
personal y los tratos personales, algo que siempre debería ser importante.
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